CADA LUGAR TOMA SU NOMBRE

FOTOGRAFÍA/AZUREA20

No es tiempo de abrir el surco
ni de despertar a las abejas.
No es tiempo de siembra
ni germinará el fruto.
Mas la rama renace
en la aridez de la roca.

Ha enmudecido el alba
rompiendo el pico
del ruiseñor.