
Fotografía/Azurea20
Desde que vivo en
esta casa de árboles
de río y de ramas,
ventilo mi silencio
en la ventana.
La primavera se planta
aquí, sin avisar.
Veloz,
como un rayo.
Milagrosamente
brotan mil colores.
En esta ciudad las
estaciones no avisan.
Llegan,
extienden su manto
y nada importa
lo que marque el calendario.
Y tú piensa.
Y tú adivina.
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