EN EL AIRE

Si lo pienso bien no me importa
equivocarme.
Tropezar,cometer errores.
No sabría qué hacer con la
perfección
Además, ¿qué es la perfección?
Definitivamente no quiero ser
perfecta.
No. Y con esta torpeza
tan mía,
tan exclusivamente propia.
Nunca sabré si mis palabras
se enganchan con el acero de
la noche o si buscan el punto de
un atlas donde qudarse.

Colgada del aire, me
tambalea el murmullo del agua.
Y no soy.
Convivo con aplicaciones de
acento atlántico,
me dejo llevar por  la indiferencia del ruido
en esta ciudad de piel dura que,
arde en los ojos, a la  que no le sienta
bien la profundidad
ni la trascendencia.
Esta ciudad que ni conjuga los
los verbos
ni regala manantiales.

Los videos, las fotografías
los audios,
hacen eterno a cualquiera,
por eso, en ocasiones, fantaseo imaginando
que triunfo en saltos  de altura,
siento la levedad de mi cuerpo
mientras alguien graba mis
piruetas.
Y me las creo.
Ya no tengo un  alma que perder
ni arcadia que vigilar,
Los poemas viajan  solos
desplegados en la arquitectura
del aire
que, sopla por
esqueletos de extrarradio.
Cadáveres insolentes de
cementerios abandonados
en medio de la nada.

En el aire.