
IN MEMORIAM
Saura ha ofrecido una oda a su tierra desempolvando la jota, mostrándola al mundo perfilada y limpia de ese cascarón cazurro y rancio al que siempre ha ido asociada.
Me gustó la película. Me gustó y en algunos momentos me emocionó, no solo por su belleza, que también, sino por los guiños a personajes aragoneses como Paco Rabal en su papel de Goya en Burdeos y sobre todo ese “Rosa Rosae” de Labordeta acompañando imágenes de la vida y de la Contienda Civil. Magnífico gesto redentor para la jota y para todos nosotros. Porque la jota, como casi todo, durante años tuvo dueños, dueños revestidos de autoridad analfabeta y patrioterismo quincallero : Ellos, los vencedores de aquella guerra maldita. José Luis Melero, hijo predilecto de Zaragoza y reconocido bibliófilo escribe: ” Muchos años he tenido que sufrir las finas ironías de mis amigos por mi insobornable afición a la jota, pues no eran pocos los que pensaban que ésta era algo del pasado, que sintonizaba y simpatizaba en exceso con los aires marciales de un régimen político que siempre vio en ella el canto de una raza, y que en realidad no era sino un vehículo de transmisión política que siempre apuntaba hacia una única dirección: la derecha naturalmente. ¿Tenían razón mis amigos?. Durante años creo sinceramente que sí. Solo un aragonesismo a prueba de bombas como el mío pudo resistir tanta zafiedad durante tanto tiempo. Todavía en los años 80 y 90 se seguían cantando sin rubor algunas coplas escritas por el bando vencedor, como algunas de Abad Tárdez. El más rancio nacionalismo español había encontrado en la jota campo abonado y durante años y años tuve que sufrir cantas que hubieran servido de broche de oro a cualquier mitin de Queipo de Llano, ejemplos como: “Quien oyendo viva España/con un viva no responde/si es hombre no es español/y si es español no es hombre/. El mal gusto y las coplas reaccionarias eran también habituales:”si te pega tu marido/no te debes enfadar/te pega porque te quiere/porque te quiere pegar”. Además la Jota era confesional y la sobreabundancia de coplas religiosas ponía de manifiesto, un día sí y otro también que el laicismo no había llegado el mundo de la jota. Todos hemos oído miles de veces la cantata “la que mas altares tiene” y nunca, ni una sola vez, oí en el Principal, una copla también tradicional como ésta: ” Si vas a misa por verme/ no vayas a la mayor/ni tampoco a la primera/porque a misa no voy yo”.
Soy aragonesa, pero ni canto, ni bailo la jota ni soy jotera. Conozco bellísimas coplas de vida, amor y libertad que me conmueven, las he descubierto en el andar de cada día. Estoy segura de que mi madre nunca me acunó a ritmo de Jota. En cuanto a mi padre solo en una ocasión, una boda, nos sorprendió a todos arrancándose con una voz muy bien modulada, suave como una caricia, con esa que dice: “asómate a la ventana/cuando venga de la siega/asómate a la ventana/que a un segador no le importa/ que le dé el sol en la cara» .https://www.youtube.com/watch?v=2cEWyRzaIJQ. Mi padre nació en 1926, luego en el 36 tenía diez años. Un niño. Un niño que seguramente ensayó alguna copla casi en silencio, pero ni hoy ni ayer mi padre va por una jota de aquí allá. Las marcas de la infancia no se borran fácilmente y tal vez èl, no ha podido dejar atrás aquél tiempo sin comprensión. «Rosa Rosae» la Jota de todos.
Este post fue publicado en «Un puñado de canicas» el 17 de octubre 2014.
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